“El tema de la recompensa que ofrece la Procuraduría General de la República (PGR) y el Gobierno de Enrique Peña Nieto, por un ex Gobernador de nuestro Estado, es un tema que nos agobia, avergüenza y lastima a los tamaulipecos”, manifestó en la máxima tribuna el Diputado Joaquín Antonio Hernández Correa.

Al hacer uso de la palabra, en el apartado de asuntos generales en la sesión de este miércoles, dijo que las malas prácticas administrativas, la corrupción, la incorrecta aplicación de recursos públicos y los vicios en el ejercicio del Poder, así como el endeudamiento excesivo desde hace varios sexenios gubernamentales, han propiciado consecuencias graves en el desarrollo económico y productivo del Estado.

“Por eso hoy tenemos el gran compromiso de componer el desorden político generado en más de 20 años de Gobiernos ineficaces, es tiempo de curar y de fortalecer a Tamaulipas para hacerlo producir, y así devolverle a la sociedad su confianza en las instituciones públicas”, señaló.

“Lo importante es que el proceso de cambio se ha iniciado a partir del primero de octubre, porque los tamaulipecos así lo quisieron, porque ya no se podía seguir tapando el sol con un dedo, era absurdo y contraproducente continuar diciendo que en Tamaulipas no pasa nada, como solía decirlo Egidio Torre, el último Gobernador Priista”, resaltó.

Manifestó, que urgen soluciones a los problemas heredados por los Gobiernos que anteceden y que a pesar de la deuda pública de miles de millones de pesos que también dejaron, ahora Acción Nacional están seguro que Tamaulipas saldrá adelante, con decisión y trabajo.

“Esta postura va más allá de la relación institucional que como alcalde de Ciudad Madero tuve en su momento con el entonces Gobernador, va más allá porque es la voz de todas esas personas que han muerto, de todos los que hoy nos duele como ciudadanos y como tamaulipecos, que el Gobierno federal ofrezca 15 millones de pesos por Tomás Yarrington, un Ex Gobernador priista de nuestro estado”, destacó.

Hernández Correa, puntualizó que en el sexenio de Tomás Yarringtón, caracterizado por irregularidades y desvío de recursos que se señalaron en la tribuna del Congreso en su momento, se sembró la semilla de la delincuencia organizada en Tamaulipas, esa que desde entonces echó raíces y creció frente a la indiferencia y consentimiento de los siguientes Gobernadores, todos de las filas del Partido Revolucionario Institucional.

“Esto no es reciclaje político, ni una situación mediática para conseguir votos hacia el 2018, como lo dijo un compañero de este Congreso, esto es el antecedente histórico de la realidad de un Estado que gracias a la decisión soberana de la sociedad, fue liberado del yugo de un Partido en el Poder que se olvidó de las necesidades prioritarias de la sociedad”, concluyó.